Hora: Entradas anticipadas: 12€ con copa hasta la 1.30hs, después 14€ con copa Entradas taquilla: 12€ con copa hasta la 1.30hs, después 14€ con copa Planta: Espacio Club Tipo: Clubbing
Aunque anteriormente ya habían publicado material en Hypercolour Records y en R&S Records, respectivamene, J.Wiltshire y Josh Thompson (Alma Construct) no cruzarían caminos en materia discográfica hasta el año 2016, cuando vio la luz la primera referencia del sello que codirigen conjuntamente, Super Hexagon, hasta entonces colectivo promotor de eventos. «SH001», un EP que consta de dos temas de cada artista, revelaba una acentuada predilección por esquemas rítmicos derivados del electro/techno posdrexciyano, insuflados de irregularidades más cercanas a la experimentación IDM, y por una densidad melódica reminiscente del ácido analógico abanderado por Richard D. James como AFX, Dave Monolith y otros epígonos de Rephlex. En esta línea dialogante entre familiaridad rítmica y audacia tímbrica y melódica, expandida hacia diversos nodos del hardcore continuum, se mueven tanto las composiciones –editadas en Oscillate Tracks, Musar o Black Orpheus– como los DJ sets de J. Wiltshire, los cuales se desarrollan serpenteando, sin prisa, favoreciendo la mezcla larga, en un afán por aumentar de forma progresiva y constante la intensidad global del discurso.
En 2017, Thompson sumió su carrera compositiva en un halo de secretismo con la adopción del seudónimo FFT –identidad que fue revelada en un artículo escrito por Matt Blair en agosto de 2018– y la publicación de «fft1» en Uncertainty Principle, despertando la expectación de próceres como Grant Wilson-Claridge o Ed Upton (DMX Krew), el cual afirmó que se trataba del nuevo mejor artista con que se había topado en un tiempo. Aquel primer EP configuraba la minuciosa materialización de un plan aural cuya anamnesis traza una línea entre recursos estéticos del glitch –clicks, ruidos, zumbidos, frecuencias extremas– y antecedentes en el uso de ciertos elementos característicos de éste, como el bleep, en una especie de conjunción braindance técnicamente compleja, extrañamente acelerada y digitalmente insobornable de Alva Noto, Frank Bretschneider, Ryoji Ikeda, los maxis lilas de Warp, Unique 3, Aleksi Perälä y Jodey Kendrick.
Sin embargo, los dos siguientes EPs, «in-side» (Super Hexagon, 2019) y «Regional/Loss» (The Trilogy Tapes, 2019) incrementan la importancia de la melodía y constituyen un paso más en el trabajo del concepto: el primero evidencia el influjo de Gerald Donald y expone cierta inclinación autechriana a la geometría entrópica y la emoción fría, románticamente fúnebre; el segundo, compuesto por dos piezas de casi diez minutos, visita, por un lado, inflexiones rítmicas, texturas y colores de la paleta tímbrica del dubstep technoide más complejo, y, por otro, el pop artificial de Uwe Schmidt, en una canción ambigua y permanentemente cambiante en sus dos secciones. Lejos de flotar en las estancadas aguas de la doxografía, FFT muestra un notorio cometido por renovar músicas del pasado a través de un inusual nivel de detallismo compositivo, proscribiendo el gran género por un retorno al tratamiento obsesivo del material, lo que le posiciona como uno de los arquitectos sonoros más destacados de la actualidad.
Parallax, perteneciente al colectivo madrileño Geométrika FM y tras un año en el que ha participado en festivales como Dantz, Matèria, Volumens, BAU Gijón o MIRA, completa el cartel junto a Sheetone, residente de Dialektik.